Síntomas, diagnóstico y tratamiento
El dolor de cuello persistente no es algo que deba normalizarse. Especialmente cuando va acompañado de síntomas en miembros superiores, como debilidad o entumecimiento en un brazo. Estos síntomas pueden estar relacionados con una protrusión cervical, una alteración discal bastante común que afecta a la la columna sub-axial (parte media-baja del cuello), siendo la más frecuente la protrusión C5-C6, que se produce por una degeneración del disco que encuentra entre las vértebras cervicales quinta y sexta.
En este artículo se aborda con detalle qué es exactamente esta condición, cómo se diferencia de una hernia discal, cuáles son los síntomas más frecuentes, cómo se diagnostica correctamente y qué opciones de tratamiento existen —desde lo más conservador hasta la cirugía.
¿Qué es una protrusión cervical?
Una protrusión cervical ocurre cuando el disco intervertebral, la estructura que amortigua el contacto entre dos vértebras, se deforma y sobresale más allá de sus límites normales, sin romper completamente el anillo que lo contiene.
En el caso de una protrusión discal C5-C6, esta alteración se produce entre las vértebras cervicales C5 y C6, que tienen un papel fundamental en el soporte y la movilidad del cuello.
Cuando esa protrusión entra en contacto con una raíz nerviosa cercana, pueden aparecer síntomas como dolor, hormigueo, debilidad muscular o pérdida de sensibilidad en el cuello, hombro o brazo.
¿Protrusión o hernia discal? Entendiendo la diferencia
Es muy común confundir una protrusión con una hernia discal, pero no son lo mismo:
- En la protrusión discal, el disco se deforma pero el núcleo no se ha salido del todo.
- En la hernia discal cervical, el núcleo pulposo atraviesa el anillo fibroso y puede comprimir directamente el nervio o incluso la médula espinal.
En otras palabras, la protrusión es una etapa menos avanzada del proceso de degeneración discal. Aun así, lo más importante es ver el tipo de compromiso neurológico que se está produciendo, que es lo que marcará el plan de tratamiento, ya que hay protrusiones cervicales que llegan a comprometer una raíz nerviosa de igual forma que una hernia discal.
Síntomas más comunes de una protrusión cervical
La sintomatología puede variar según la persona, el grado de protrusión y la sensibilidad de las estructuras nerviosas. Sin embargo, los síntomas más habituales incluyen:
Dolor cervical persistente
Suele ser un dolor localizado en el cuello, que puede aumentar con ciertos movimientos o posturas mantenidas, como mirar hacia abajo o pasar tiempo frente a pantallas.
Dolor irradiado hacia el brazo
Si la raíz nerviosa está comprimida, es habitual que el dolor se irradie desde el cuello hasta el hombro, el brazo, e incluso hasta los dedos.
Debilidad muscular
Muchos pacientes notan que pierden fuerza para levantar objetos, escribir, o sostener el brazo en ciertas posiciones.
Hormigueo o adormecimiento
Especialmente en la cara externa del brazo o en la mano.
Mareos o sensación de inestabilidad
En algunos casos, la irritación cervical también se asocia a mareos cervicales, los cuales suelen deberse a la contractura de la musculatura cervical y la limitación en la movilidad de la cabeza que ésta va generando, lo cual hace que el oído (órgano principal del equilibrio) se manifieste cada vez que hacemos un cambio brusco de postura.
¿Por qué aparece una protrusión discal?
Las causas pueden ser múltiples, pero en la mayoría de los casos se debe a un proceso degenerativo del disco intervertebral. A medida que envejecemos, el disco pierde agua, elasticidad y capacidad de amortiguación. Esto lo hace más susceptible a deformarse o desplazarse.
Otros factores que aumentan el riesgo:
- Posturas mantenidas (trabajo frente al ordenador, conducción prolongada).
- Estrés físico repetitivo en el cuello.
- Movimientos bruscos o traumatismos.
- Predisposición genética.
- Sedentarismo y debilidad muscular del cuello.
Diagnóstico: ¿cómo se confirma una protrusión cervical?
El diagnóstico debe ser clínico y por imagen. Es decir, no basta con una resonancia; el médico debe correlacionar los hallazgos con los síntomas del paciente.
1.- Evaluación clínica
Incluye pruebas de fuerza, sensibilidad, reflejos y maniobras como el test de Spurling, que busca reproducir el dolor al comprimir el cuello en determinadas posiciones.
2.- Resonancia magnética (RM)
Es la prueba más precisa para visualizar la protrusión, su tamaño y la relación con las raíces nerviosas. También permite valorar el estado general de la columna cervical.
3.- Tomografía axial computerizada (TAC)
Útiles para descartar otros problemas como artrosis cervical, inestabilidad o descartar una posible fractura de algún cuerpo vertebral.
4.- Electromiograma (EMG)
A veces, sobre todo cuando hay varios niveles afectados, es recomendable completar el estudio con un electromiograma, que es una prueba funcional que permite identificar la raíz cervical que pueda tener el mayor grado de afectación y ser la responsable de la sintomatología
Tratamiento para la protrusión cervical
La gran mayoría de los pacientes con una protrusión cervical mejoran sin necesidad de cirugía. El tratamiento inicial suele ser conservador y se adapta según la intensidad de los síntomas y su evolución.
Tratamiento conservador
- Fisioterapia específica: ejercicios para estabilizar y fortalecer la musculatura cervical.
- Medicación antiinflamatoria y analgésica: en fases de dolor agudo.
- Infiltraciones cervicales: en casos donde el dolor persiste a pesar del tratamiento inicial.
Recomendaciones complementarias
- Evitar el uso prolongado del teléfono móvil.
- Corregir la postura frente al ordenador.
- Dormir con una almohada adecuada.
- Practicar ejercicios suaves como estiramientos o yoga (supervisado).
¿Cuándo está indicada la cirugía?
La cirugía por protrusión cervical se está indicada cuando:
- El dolor no mejora tras 3-6 meses de tratamiento conservador.
- Existe debilidad progresiva en el brazo.
- Hay compromiso medular (mielopatía).
- El dolor es invalidante y afecta gravemente la calidad de vida.
La técnica más utilizada suele ser la discectomía cervical microquirúrgica con artrodesis (fusión del segmento afectado) o, en algunos casos, el implante de una prótesis discal.
Preguntas frecuentes sobre la protrusión cervical
¿Siempre causa dolor una protrusión cervical?
No. Muchas protrusiones son asintomáticas y se detectan en estudios realizados por otros motivos.
¿Puede desaparecer con el tiempo?
En algunos casos se logra detener el curso de la enfermedad y los síntomas pueden mejorar con el tratamiento adecuado.
¿Puedo hacer vida normal con una protrusión cervical?
Sí. La mayoría de los pacientes retoman su vida habitual con algunas adaptaciones posturales y ejercicios de fortalecimiento.
¿Es necesario operar siempre?
No. La cirugía se indica solo si el tratamiento conservador falla o hay signos neurológicos progresivos.
Resumiendo, una protrusión cervical, como puede ser una protrusión C5-C6 puede causar molestias importantes, pero en la mayoría de los casos se trata de una condición controlable sin cirugía. El enfoque debe ser siempre individualizado, combinando una buena evaluación clínica, imagen diagnóstica y un plan de tratamiento adaptado.
Detectar los síntomas a tiempo, adaptar el estilo de vida y confiar en un equipo médico especializado en columna cervical son claves para lograr una recuperación eficaz y duradera.
📍 Dr. Andrés Muñoz – Especialista en neurocirugía y cirugía de columna
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