Tumores Cerebrales: avances tecnológicos en su abordaje quirúrgico

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Los tumores cerebrales representan un grupo heterogéneo de patologías que pueden originarse en el propio encéfalo (tumores cerebrales primarios) o ser consecuencia de metástasis de lesiones tumorales en otros órganos (tumores cerebrales secundarios). Aunque su incidencia es relativamente baja en comparación con otros tipos de cáncer, su impacto clínico es significativo debido a la complejidad anatómica y funcional del sistema nervioso central.

En las últimas décadas, el progreso de la neurocirugía ha transformado por completo el enfoque terapéutico de estos casos. La combinación de técnicas como la neuronavegación, la resección guiada por fluorescencia y la cirugía con el paciente despierto, ha permitido no solo aumentar las tasas de resección tumoral, sino también preservar la funcionalidad neurológica, incluso en tumores localizados en áreas elocuentes del cerebro.

Hoy, muchos tumores cerebrales que antes se consideraban inoperables pueden abordarse de forma segura y precisa.

En este artículo exploramos cómo los avances tecnológicos están cambiando la historia natural de esta enfermedad, haciendo posible tratamientos más eficaces y personalizados.

¿Qué es un tumor cerebral y cómo se clasifica?

Un tumor cerebral es una masa o crecimiento anormal de células en el cerebro o en sus estructuras adyacentes. Pueden clasificarse según dos criterios principales:

Según su origen:

  • Primarios: Son lesiones que se originan en el propio tejido cerebral. Ej.: gliomas, ependimomas, etc.
  • Secundarios (metastásicos): provienen de tumores situados en otras partes del cuerpo (pulmón, mama, melanoma…).

Según su comportamiento:

  • Benignos: crecimiento lento, no infiltrantes, menor riesgo de recidiva tras la resección.
  • Malignos: crecimiento rápido, invasión del tejido cerebral, potencial de recidiva o diseminación.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica los tumores del sistema nervioso central del grado I al IV, siendo el IV (glioblastoma multiforme) el más agresivo.

¿Qué síntomas produce un tumor cerebral?

Los síntomas dependen de la ubicación del tumor más que de su tipo. Algunos signos frecuentes incluyen:

  • Dolor de cabeza persistente, sobre todo al despertar.
  • Vómitos sin causa aparente.
  • Convulsiones en pacientes sin antecedentes epilépticos.
  • Alteraciones neurológicas: pérdida de visión, debilidad en una extremidad, dificultades en el lenguaje o la memoria.
  • Cambios de personalidad o conducta.

En muchos casos, los síntomas aparecen progresivamente, lo que puede retrasar el diagnóstico.

Diagnóstico de tumores cerebrales: herramientas clave

El proceso diagnóstico incluye:

  • Exploración neurológica completa.
  • Neuroimagen avanzada: Resonancia magnética de alta resolución (RMN) con contraste es la prueba de elección. Permite valorar tamaño, localización, efecto de masa, edema asociado y características de captación.
  • Tomografía computarizada (TAC): útil en situaciones de urgencia.
  • Biopsia: en casos seleccionados, se realiza para confirmar el tipo histológico antes de iniciar el tratamiento.

En algunos casos se utiliza resonancia funcional, tractografía y espectroscopia, especialmente para planificar la cirugía en zonas elocuentes.

Avances tecnológicos en el tratamiento quirúrgico de tumores cerebrales

Neuronavegación: precisión milimétrica

La neuronavegación actúa como un GPS quirúrgico. Permite al neurocirujano visualizar en tiempo real la posición exacta de los instrumentos dentro del cerebro, guiado por imágenes preoperatorias (RMN o TAC).

Ventajas:

  • Resecciones más precisas.
  • Evita estructuras críticas.
  • Menor daño neurológico postoperatorio.

Se ha convertido en un estándar en neurocirugía oncológica.

Resección guiada por fluorescencia

Consiste en la administración preoperatoria de sustancias como la 5-ALA (ácido 5-aminolevulínico), que se metaboliza selectivamente en células tumorales. Bajo luz azul en el quirófano, el tumor brilla con fluorescencia, facilitando su diferenciación del tejido sano.

Aplicaciones principales:

  • Gliomas de alto grado.
  • Aumenta la tasa de resección completa.
  • Mejora la supervivencia libre de progresión.

Estudios como el de Stummer et al. (Lancet) demuestran que la resección guiada por fluorescencia mejora los resultados quirúrgicos en glioblastoma.

Cirugía con el paciente despierto (awake craniotomy)

Indicada en tumores situados en zonas elocuentes (lenguaje, motricidad), esta técnica permite al neurocirujano monitorizar funciones en tiempo real mientras extrae el tumor.

El paciente está consciente (sedado, sin dolor) y realiza tareas guiadas: hablar, mover una extremidad, contar…

Beneficios:

  • Permite resecciones más amplias en zonas críticas.
  • Minimiza riesgos de secuelas neurológicas.
  • Mejora la calidad de vida postoperatoria.

Esta técnica requiere un equipo especializado y multidesciplinar, entrenamiento específico y una cuidadosa selección del paciente.

¿Es posible extirpar completamente un tumor cerebral?

Depende del tipo, localización y grado de infiltración.

  • Tumores benignos encapsulados (quistes coloides, astrocitomas pilocíticos): alta probabilidad de resección completa.
  • Gliomas de bajo grado o difusos: pueden resecarse parcialmente y vigilarse en el tiempo.
  • Glioblastomas u otros tumores infiltrantes: rara vez se pueden eliminar al 100 %, pero una resección extensa mejora el pronóstico y permite que tratamientos adyuvantes como la radioterapia o quimioterapia sean más efectivos.

¿Qué otras técnicas apoyan la cirugía?

  • Ecografía intraoperatoria 3D: permite visualizar el tumor en tiempo real durante la cirugía.
  • Resonancia intraoperatoria (iMRI): actualiza imágenes cerebrales durante la intervención.
  • Electrofisiología intraoperatoria: monitoriza función motora o sensitiva durante la resección.
  • Microcirugía: el microscopio quirúrgico de última generación (con fluorescencia) es la herramienta esencial del neurocirujano a la hora de extirpar un tumor cerebral.

¿Qué ocurre tras la cirugía? Rehabilitación y seguimiento

El posoperatorio inmediato se monitoriza en UCI o Unidad de Neurocirugía. A partir de ahí, se planifica:

  • Rehabilitación neurológica precoz (fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional).
  • Seguimiento oncológico con neuro-oncología y radioterapia.
  • Controles por imagen periódicos (RMN cada 3 a 6 meses, según tipo de tumor).

El abordaje multidisciplinar es esencial para mantener la calidad de vida del paciente.

¿Cuál es el pronóstico de un paciente con tumor cerebral?

El pronóstico varía según:

  • Grado histológico del tumor (según OMS).
  • Edad y estado general del paciente.
  • Grado de resección alcanzado.

En general:

  • Tumores benignos tienen muy buen pronóstico tras cirugía.
  • Gliomas de bajo grado pueden mantenerse estables años con vigilancia.
  • Glioblastomas requieren tratamiento multimodal, con supervivencia media de 12–18 meses, pero cada caso es único.

La clave está en diagnóstico precoz + equipo especializado + tecnología quirúrgica avanzada.

Una nueva era en neurocirugía oncológica

Tener un tumor cerebral ya no significa lo que significaba hace 20 años. Hoy, gracias a la tecnología, muchos pacientes pueden beneficiarse de intervenciones más seguras, menos invasivas y con mejores resultados funcionales.

La combinación de experiencia clínica y recursos tecnológicos ha ampliado los horizontes de lo que es posible. No se trata solo de extraer un tumor: se trata de hacerlo sin renunciar a la función, la autonomía y la vida del paciente.

Si has sido diagnosticado con un tumor cerebral o conoces a alguien en esa situación, lo más importante es ponerse en manos de un equipo especializado que cuente con todos estos recursos.

📍 Dr. Andrés Muñoz – Especialista en Neurocirugía y Cirugía de la Columna Vertebral

📞 609 688 469

www.drandresmunoz.com

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Neurocirujano Málaga

Dr Andrés Muñoz

Neurocirujano y cirujano de columna